lunes, 7 de noviembre de 2011

Georges Seurat

Georges Seurat, nació el 2 de diciembre de 1859 en París, Francia. Fue el fundador del Neoimpresionismo, corriente que nace poco después del periodo Impresionista. Seurat fue el creador del pultillismo (“pointillismo”), característica distintiva de sus obras ya que era utilizada sólo por él; Georges trabajaba toda la noche y la mayor parte del día, era un hijo modelo, no bebía, no fumaba y sólo gastaba dinero en materiales para pintar; vivía con su madre, quien tenía bastante dinero para ambos. Según Irving Stone, en su texto Anhelo de Vivir, Georges Seurat, en su época, sabía más de color que cualquier hombre desde  Delacroix. Tenía teorías intelectuales sobre el arte, lo cual, para Stone, estaba mal pues piensa que los pintores no deben pensar en lo que hacen y deben delegar las teorías a los críticos. Se dice que Seurat trabajaba en la buhardilla de su casa, la cual era muy espaciosa y ocupaba casi la totalidad de la superficie de su casa, enormes telas sin terminar adornaban las paredes.  Seurat trabajaba con pinceles diminutos, tan pequeños que casi no eran conocidos en París, y con precisión ponía pequeños puntitos de color sobre sus telas, trabajaba tranquilamente, sin emoción, como si fuera una maquina. Mantenía su pincel recto en la mano y colocaba cientos y cientos de puntitos todos juntos. Las pinturas de Seurat no eran parecidas a las que se pintaban en ese entonces, pues pretendía transformar la pintura de una experiencia personal a una ciencia abstracta, donde se pudieran clasificar las emociones del pintor y llegar a una precisión mental matemática, él decía que toda emoción humana podía y debía ser reducida a una manifestación abstracta de color, línea y tono. Seurat murió de difteria a los 31 años, y fue incinerado en el cementerio de Père Lachaise. Su muerte evitó que terminara sus investigaciones en el puntillismo, el divisionismo y en la física de los colores.

Un dimanche après-midi à l'Ile de la Grande Jatte
Una de sus obras representativas es: “Una Tarde de Domingo en la Isla de la Grande Jatte” (“Un dimanche après-midi à l'Ile de la Grande Jatte”), escena que representa seres humanos de proporciones arquitectónicas, realizados con infinidad de puntos de color, que se mantienen erguidos como pilares de una catedral gótica. El pasto, el río, los botes, los árboles, todo son masas vagas y abstractas de puntitos de luz. El cuadro tiene un colorido brillante y claro, mucho más claro que el usado por Manet o Degas, o aún por Gauguin, si tiene vida, no es la vida de la naturaleza, el aire de la obra está lleno de brillante luminosidad pero no puede encontrarse un soplo por ningún lado. Es una “naturaleza muerta” de la vida vibrante, de la cual se ha desterrado para siempre el movimiento. En la obra existe una perfecta igualdad entre los tonos frios y calidos, entre el color oscuro y claro. “La isla de la Grande Jatte” es considerado por muchos una de las pinturas más relevantes del Siglo XIX, Seurat pasó dos años pintando el cuadro, concentrándose escrupulosamente en el paisaje del parque. Rehízo varias veces el original y completó numerosos bocetos y esquemas preliminares. Se sentaba a menudo en los jardines y hacía numerosos bocetos de las distintas figuras a fin de perfeccionarlas. Puso especial cuidado en el uso del color, luz y formas. El cuadro tiene aproximadamente 2x3m y fue expuesto por primera vez en la octava exposición colectiva del grupo impresionista, en 1886. Basado en el estudio de la teoría óptica del color, contrastó puntos minúsculos de color que, a través de la unificación óptica, forman una figura coherente en el ojo del observador. Seurat creía que esta forma de pintura haría los colores más brillantes y fuertes que pintados a pinceladas.

Cirque
             El circo (“Cirque”) realizado en óleo sobre lienzo mide 180cm de alto y 148cm de ancho, fue pintado en 1891 y se encuentra en el Museo de Orsay en París. En esta escena se observa el jinete, el entrenador, la galería y los espectadores. En base a su teoría de los tres elementos de la pintura (la línea, el tono y el color), el propósito de Seurat era sugerir la alegría, llevó todas sus líneas por encima de la horizontal, hizo que los colores luminosos dominaran, lo mismo que los tonos calidos. El resultado final del cuadro, complació a Seurat plenamente, la abstracción y la esencia de la alegría se había logrado. Esta obra trata el tema del circo, frecuentado en los años 1880 por otros autores como Renoir, Degas y Toulouse-Lautrec. Seurat lo trata con la técnica puntillista, en un cuadro en el que predomina el color amarillo, redujo su paleta a cuatro colores principales, con sus tonos intermedios, en estado puro; predominan el amarillo y el violeta, complementarios. Usaba esos colores en estado puro, mediante pequeños toques yuxtapuestos que se fundían en la retina del espectador. Es la última obra de Seurat, sobre la cual Realizó numerosos bocetos, la empezó un año antes de morir de difteria, lamentablemente la dejó incompleta a causa de su muerte. 

Fuentes:
Anhelo de Vivir, Irving Stone, Ed. Diana
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/seurat.htm
http://www.epdlp.com/pintor.php?id=369

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